Agaete, en Gran Canaria (Canarias), se pinta de blanco. También del azul de la costa que se abriga en el puerto de Las Nieves. Y de verde, el que se extiende por su valle. Huele a mar y a salitre, al dulce aroma de fruta y a café. Sí, a café. Este enclave al noroeste de la Isla cuenta con las únicas plantaciones de cafetales de Europa, cuya limitada cosecha lo convierte en un exquisito producto muy apreciado y demandado.
Este municipio con titularidad de ‘Villa’ tiene censados a 5.526 habitantes -según las últimas cifras oficiales de población-, y en los últimos años, su economía, que antaño vivió de la agricultura y la pesca, tanto para consumo interno como para exportación gracias a la historia de su antiguo puerto, se reactiva ahora con el desarrollo del sector servicios, hostelería, turismo y el impulso del tráfico comercial.
Y es que Agaete se ha convertido en el principal enclave de comunicación marítima de Gran Canaria. Solo 80 minutos separan esta isla del puerto de Santa Cruz de Tenerife si decides navegar entre ellas a bordo de los barcos de la compañía Fred Olsen Exprés.
Su muelle, el Puerto de Las Nieves, es un rebumbio animado de pasajeros canarios y extranjeros, y de los propios de la Isla, que disfrutan de este entorno como un reclamo más de ocio.
En esos tiempos de impás para subirte al barco o en tu tiempo de esparcimiento, puedes pasear por el núcleo marinero y detenerte en algunos de sus bares y restaurantes, donde seguro encontrarás buen pescado fresco. Un ejemplo es su Cofradía de Pescadores, donde el sol acaricia tu espalda mientras se puede saborear de una caña bien fresca con el mejor sabor de la pesca del día.
Pero como en toda parada de este blog, también es obligatorio tomar café. Si te dejas llevar sin estar pendiente del móvil para ver qué hora es, Agaete sabrá guiarte instintivamente hacia algún rincón donde arribar.
Al abrigo de su muelle y pasando desapercibida, aparece LA TERRAZA DEL MARINERO, esperándote con unas pequeñas mesas orientadas hacia el mar, apartada del bullicio de la entrada al puerto.
Un relajado marino pintado en una de las paredes del local te da la bienvenida. Es su actitud placentera y relajada la que capta tu atención a simple vista. El toque del mar está presente en el color de este establecimiento cuyos platos destacan por su factura italiana.
La misma calidad con la que preparan sus expresos, cortados y barraquitos, así como de sus postres. Endulza tu sobremesa o la caída de la tarde con una porción de tarta de 3 chocolates, por ejemplo. Irresistible. Y una relación calidad-precio inmejorable.
Como el café es solo una excusa, anota en tu agenda: “próximo fin de semana, día en Agaete”.
Enlaces de interés:
Café de Papel 